sábado, febrero 14, 2009

El Tribunal Federal de Apelaciones de los EE.UU. rechaza cualquier relación entre vacunas y autismo.


Tres jueces del Tribunal Federal de Apelaciones de los EE.UU. han rechazado que exista cualquier probabilidad de relación causa-efecto entre la vacunación infantil y el autismo, al juzgar tres demandas distintas. Una de esas tres demandas juzgada es la de Michelle Cedillo. Las otras dos demandas pedían indemnizaciones para otros dos niños, William Y. Hazlehurst y Colten Snyder . El pasado 12 de febrero de 2009 se ha conocido la sentencia del Caso Cedillo. Este Caso fue el primero de una lista de otros 5.500 demandantes, grupo al que la prensa en EE.UU. denominó Omnibús Autismo. La comunidad científica ha estado mayoritariamente defendiendo que no existe relación alguna entre las campañas de vacunación y el autismo. A favor de esa relación ha habido grupos económicos de presión cuyas ventas a la comunidad autista se basa en la oferta de productos y servicios que tratan precisamente de identificar y cuantificar los daños de esas vacunas. Estos mismos grupos promueven otros tratamientos tan exóticos como caros, como por ejemplo, las cámaras hiperbáricas, como si los niños con diagnóstico de autismo fueran buzos a comprimir-descomprimir.
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En el blog hemos tratado el tema en

2 comentarios:

Isabel dijo...

Supongo que tendran una base cientifica para poder confirmar que no existe relación las vacunas con el autismo, eso espero. Nosostros los padres no sabemos nada, por lo meno yo, creo casi todos. Estoy cansada de leer remedios milagrosos que curan el autismo, y a la vez me da miedo no esta utilizandolos, por si funcionan. Espero esta haciendo lo correcto.Perdona me llamo Isabel, mama de Ginés. Un saludo.

Eduardo Carbonell Cruz dijo...

Hola Isabel:

Hay algo más importante que la fría realidad científica, en el sentido de que las vacunas no tienen relación con el autismo, afirmación que comparto. Me refiero a que no siempre se deben modificar o ir contra las creencias o la buena fe que una madre o unos padres tengan depositados en un remedio. Si el consumo o el uso de ese remedio no daña y en cambio, mantiene viva una esperanza, no hay por qué ir desbaratando ilusiones. Dicen que lo que hace nadar a alguien en mitad del océano es la esperanza. Personalmente he sido muy respetuoso en ese asunto con personas con las que tengo mucha amistad, y creo que jamás les he hecho una recomendación directa para que dejaran de tomar tal o cual cosa, o de hacer esto o lo otro; pero hay que distinguir entre los hechos generales cuya verdad, si está establecida, hay que contribuir a difundir, y las circunstancias personales de cada caso concreto. Las campañas contra las vacunaciones han acabado provocando más daños que beneficios. Incluso muertes. Así que nadie debe dejar de vacunar a sus hijos por un temor infundado de que puedan "contraer" autismo. En cambio, tiene usted todo el derecho de buscar una y otra vez un remedio que alivie la situación de su hijo. Con el paso del tiempo y su propia experiencia irá seleccionando lo que mejor le conviene a su hijo en cada momento de su vida. Seguro que Vd. hace lo correcto.

Saludos cordiales.